-He llegado…
-Dígame la contraseña…
-964678asv
-Pase…
-Gracias…
-Ante todo, ¿cómo está?
-Pues puede imagíneselo, hecho una mierda…
-¿Es aquí?
-Sí, aquí mismo
-¿Dónde lo pone?
-Aquí y en los papiros.
–Ah, ya veo, es un decir, yo no sé descifrarlo, pero Usted sí.
-Pues aquí lo pone…
-Debe encontrarse fatal…
-Ya le digo, es que he vivido entre tantas mentiras, tantas ilusiones, toda mi vida, que ya no me da ilusión ni vivir…
-¿Y su familia?
-Bien, no saben nada de esto…
-Si le digo la verdad, hemos tenido que eliminarlos, una cosa así no puede ser rebelada…
-¡Oh, no! ¡Mi familia no! ¡Ellos eran inocentes, no sabían nada!
-El final de la historia está aquí, la cosa más importante, el 99% de importancia, lo demás es todo insignificante…
-Quizás exista algo, pero no creo, quizás algo diferente a esto…
-He de hacerlo, que tenga buen viaje.
12 horas más tarde.
-Le hemos encontrado…
-¿Cómo lo han hecho? He cumplido con mi trabajo…
-Sí, pero una cosa así no puede ser conocida por nadie…
-Oh, no! ¡Mi familia no! ¡Ellos eran inocentes, no sabían nada!
-Hemos de hacerlo, que tenga buen viaje.
-Al menos, déjeme rezar, aunque no sirva para nada…
FIN
José Arlandi.